Trabajo de borde: ¡Cómo hacerlo de forma higiénica y sexy!
El llamado beso negro (también llamado rimming o anilingus) describe una forma de sexo oral en la que se estimula el ano con la lengua y los labios , a veces en combinación con el perineo. Para algunos, es una forma muy intensa de juego previo; para otros, es una zona erógena predilecta.
¿Por qué esto puede ser excitante?
La zona del ano es especialmente rica en terminaciones nerviosas , lo que la hace extremadamente sensible y placentera para muchas personas. El beso negro puede fomentar la intimidad y la confianza, pero también es una práctica donde la higiene y la educación son especialmente importantes.
🧼 Cómo hacerlo de forma segura y cómoda: Consejos de higiene para el trabajo de llantas
1. La limpieza primero:
Lo ideal es ducharse antes del beso negro. Si quieres intensificar la experiencia, puedes usar una ducha anal suave; no es necesaria, pero aumenta tu sensación de seguridad.
2. Utilice un dique dental:
Una barrera bucal proporciona protección fiable contra bacterias y virus, como la hepatitis A, parásitos intestinales o virus del herpes. Como alternativa, puedes cortar un condón y extenderlo horizontalmente.
3. Utilice únicamente lubricante adecuado:
Si desea usar lubricante, utilice únicamente productos aprobados para uso oral. El lubricante común no es apto para ingerir , y los perfumes y aceites esenciales tampoco son adecuados.
4. Comunicación y consentimiento:
Como con cualquier práctica sexual, pregunte de antemano, respete los límites y hable abiertamente sobre lo que le hace sentir bien o no.
Clasificación cultural y tabúes
Aunque el beso negro sigue siendo un tema tabú para muchos, su historia se remonta a la antigüedad. En el mundo actual, es importante no juzgar el placer, sino experimentarlo de forma responsable y consciente, incluso si parece inusual.
💡 Conclusión
Un beso negro puede ser una experiencia muy íntima y placentera, siempre que la higiene, la comunicación y el consentimiento sean correctos. Si te preparas bien, puedes descubrir una nueva faceta del placer, sin ningún riesgo.